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Ante la imposibilidad del deudor de cumplir con sus compromisos ordinarios, el paso a seguir es la declaratoria de un Concurso de Acreedores. Durante este proceso, se debe tener en cuenta los posibles escenarios que se puedan presentar. Uno de los más comunes, son los llamados Incidentes Concursales.
Esto es, el procedimiento que se debe seguir para que el juez del concurso conozca de todas aquellas cuestiones que se susciten durante el concurso, siempre que la ley no señale una tramitación diferente. Se trata de procesos bastante complejos, por lo que la asesoría de abogados expertos en la materia será de gran importancia para el éxito en estas causas. En todo caso, no dude en contactar con BBMabogados si esta es su situación.
Para llevar a cabo el proceso judicial de Concurso de Acreedores, se debe acudir a la Ley Concursal. Su principal misión es prever el marco jurídico procesal idóneo, para que el deudor pueda dar cumplimiento a sus obligaciones de forma ordenada y, en caso de que sea posible, logre superar esa etapa de insolvencia.
En este sentido, el legislador creó un proceso único destinado a regular este panorama complejo que implica un concurso de acreedores. Ahora bien, pueden darse múltiples situaciones no previstas y las cuales requieren ser resueltas.
Para estos casos, la ley creó los Incidentes Concursales, definiéndolos como el proceso mediante el cual se conocerán las cuestiones que se produzcan durante el concurso y que no tengan señalada otra tramitación. De esta manera, encontramos que se tramitarán aquellos asuntos que:
– No tengan que ver con la declaración del concurso.
– No estén relacionados con la determinación de la masa del deudor.
– No se refieran a la satisfacción de los créditos de los acreedores.
En primer lugar, es un proceso declarativo, por tratarse de un conjunto de actos procesales que permiten llevar al conocimiento del Juez del concurso una situación de conflicto a resolver dentro del proceso concursal.
Por otro lado, es plenario, ya que se resuelve por sentencia con plena eficacia de cosa juzgada. A su vez, es especial, por operar sólo dentro del concurso, es decir, no afecta las actuaciones ajenas al proceso.
Tal como se indicara, la ley establece que todas aquellas cuestiones que se presenten durante el concurso, a las cuales no se les señale otra tramitación, se ventilarán por los trámites del incidente concursal. Así pues, se nos presentan dos modalidades o tipos según la materia del asunto controvertido, veamos cada una.
La primera modalidad, trata materias concursales propiamente dichas, por ejemplo:
-La recusación de los administradores concursales;
-Las controversias generadas por la compensación de créditos una vez declarado el concurso;
-Las controversias referentes a resolución de contratos pendientes de cumplimiento;
-Todas las cuestiones referidas a la materia de reconocimiento de créditos, impugnaciones del inventario y lista de acreedores.
Los anteriores son sólo algunos de los temas objeto de este tipo de proceso, el abanico de opciones que nos ofrece la Ley es mucho más amplio. No obstante, con esta numeración podemos tener una idea de la variedad de controversias que pudieran presentarse en el desarrollo del concurso, las cuales, sin lugar a dudas, tienen la capacidad de hacer mucho más complejo el proceso principal de concurso de acreedores.
Ahora bien, la segunda modalidad en la que podemos clasificar los incidentes concursales, tiene por objeto resolver las materias de índole netamente laboral que se planteen en el marco del procedimiento concursal. A esto se le conoce como incidente concursal laboral.
En estos casos, se pretende resolver las controversias de índole laboral que se planteen en el marco del procedimiento concursal. Vale acotar que, por regla general, la regulación de los incidentes concursales, se alimenta de principios civiles y mercantiles. No obstante, en los incidentes concursales laborales, además se nutre de los principios propios de la jurisdicción social, así como de los recursos propios de esta materia.
Así las cosas, es lógico concluir que este tipo de incidencias, al tratar el tema sensible del trabajo, sean llevadas con especial cuidado. Siendo así, las acciones de los trabajadores de la concursada, contra el auto que acuerde la extinción o suspensión colectiva de los contratos de trabajo, son las más comunes de esta modalidad.
Visto que el concurso es un proceso bastante complejo y además pueden darse estas incidencias, es normal que sea confuso determinar a las partes. En este punto, es oportuno indicar que las incidencias se inician con una demanda, por lo tanto quien la interponga será la parte actora o demandante.
Entre tanto, la parte demandada incidental serán los sujetos contra a los que se dirija la demanda. Por lo general, estos sujetos son la concursada o los administradores concursales, dependiendo de la controversia de que se trate.
Finalmente, podemos evidenciar que el proceso concursal no es sencillo, por ello contar con el apoyo y asesoría de abogados especialistas en la materia será de gran importancia, especialmente si en el desarrollo del concurso se llegaren a plantear uno o varios incidentes.
En realidad, este tipo de sistema es parte del derecho penal en general, en el cual se busca establecer la culpabilidad y castigo en contra de una persona, ante determinado hecho. En todo caso, hay que tener presente que una vez que se incurre o ha cometido un hecho presuntamente ilícito, será necesario que el mismo sea demostrado y probado en un juicio, en el cual se debe garantizar el derecho a la defensa del denunciado o investigado.
Así, la labor del abogado en estos casos es procurar la defensa de su representado, todo con miras a demostrar su inocencia o, en su defecto, lograr una condena lo menos severa posible. De igual forma, no dude en contactarnos si está atravesando cualquiera de las situaciones antes descritas. Sólo así lograremos diseñar una estrategia procesal de defensa que se ajuste a su situación particular.
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